Por Sin Reservas
El Parlamento Centroamericano y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) elaborarán una propuesta de ley que exija la colocación de etiquetas en la parte frontal de los productos alimenticios y las bebidas procesadas, que ofrezca al consumidor información responsable sobre su contenido y el derecho a elegir con libertad entre los alimentos más saludables presentes en el mercado de la República Dominicana.
Para elaborar la propuesta las instituciones pretenden desarrollar un plan de acción en todo el país que permita involucrar la más amplia participación de instituciones y disciplinas a los fines de lograr un producto que sea de amplio consenso para beneficio y bienestar de la población.
Además, de promover la participación de instituciones públicas y privadas, la acción procura involucrar sectores de la agroindustria, productores agrícolas, dueños de cadenas de distribución de alimentos, así como recoger las experiencias que en materia de soberanía alimentaria y acceso a alimentos saludables vienen siendo desarrolladas en el país.
La decisión fue valorada durante un encuentro en la sede del Parlacen en RD, donde participaron por la FAO Roberto González y Guadalupe Valdez, y por el Parlacen los diputados Carlos Sánchez, Silvia García, Rosa Enilda Solís, Élsido Díaz, Namibia Didiez, José Alfonseca y Bienvenido Casado.
El encuentro que tuvo el objetivo de conocer la experiencia desarrollada en Ecuador, sobre etiquetado frontal y acceso a dietas saludables, presentada por la exparlamentaria María Augusta Calle, quien también coordinó el frente parlamentario contra el hambre de América Latina y El Caribe.
La experiencia señala que después de aprobado el reglamento sobre etiquetado frontal en los alimentos, la mayoría de la población ecuatoriana decidió leer el etiquetado antes de proceder a su consumo y que con la iniciativa los proyectos de emprendedurismo dedicados a la producción de alimentos saludables recibieron un gran impulso.
En la República Dominicana, como en muchas otras naciones del continente, las enfermedades crónicas degenerativas se han convertido en una verdadera epidemia como consecuencia de la ingesta de dietas altas en azúcares y grasas.
Según el Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) 2020, de la FAO, en la región de América Latina aún existen cerca de 5 millones de niños menores de cinco años con retraso en el crecimiento, pero el sobrepeso se está incrementando rápidamente, afectando a 3,9 millones de niños menores de cinco años y al 40 % de los adolescentes. Mientras que, en la población adulta, dice el mismo informe, 260 millones de personas tienen exceso de peso y 104,5 millones presentan obesidad.
La pandemia por Covid-19, que afecta a todo el mundo desde hace dos años aproximadamente, ha demostrado que las personas con obesidad y que padecen enfermedades crónicas relacionadas con la nutrición, la diabetes, problemas cardiovasculares y varios tipos de cáncer, tienen los peores resultados ante una infección por dicha enfermedad.
Imagen: Representantes de la FAO y diputados del Parlamento Centroamericano, durante su reunión en la sede del Parlacen, en República Dominicana.
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